¿Cómo Controlar y Reducir los Depósitos de Grasa Visceral?

cómo disminuir y controlar los depósitos de grasa visceral

Una preocupación que frecuentemente plantean mis pacientes en consulta, así como en las redes sociales, es cómo disminuir y controlar los depósitos de grasa visceral. La grasa visceral, a diferencia de la grasa subcutánea que se encuentra debajo de la piel, reside dentro de nuestros órganos y puede tener un impacto significativo en nuestra salud al aumentar el riesgo de enfermedades crónicas.

La grasa visceral está relacionada con desequilibrios hormonales, como la resistencia a la insulina y la alteración de la hormona leptina, que a menudo se asocian con la ansiedad por comer en muchos pacientes. Además, esta grasa puede contribuir a eventos cardiovasculares graves, como ataques al corazón, accidentes cerebro vasculares, diabetes, hipertensión e incluso muertes súbitas. Por lo tanto, su control es esencial y va más allá de preocupaciones estéticas.

¿Pero cómo podemos saber cuánta grasa visceral tenemos? A través de exámenes médicos como la resonancia magnética o una prueba de grasa visceral (TAG), aunque estos pueden resultar costosos. Una opción más accesible es utilizar una cinta métrica para medir el perímetro abdominal. Sin embargo, los valores normales pueden variar según el género, la edad, la contextura y la actividad física de cada persona. A modo aproximado, se recomienda que los hombres mantengan un perímetro de 90 a 102 centímetros y las mujeres de 80 a 82 centímetros.

¿Y cómo podemos controlar los excesos de grasa visceral en los pacientes? Cada caso debe evaluarse individualmente, ya que muchos pacientes con exceso de grasa visceral padecen trastornos hormonales como resistencia a la insulina, diabetes, hipertensión y hígado graso. Estos trastornos hormonales y metabólicos deben corregirse para reducir los depósitos de grasa y estabilizar las enfermedades asociadas.

Además, la alimentación juega un papel fundamental en cualquier tratamiento. Es uno de los pilares más importantes, junto con la actividad física. Se recomienda que los pacientes realicen de 150 a 300 minutos de actividad física a la semana, eligiendo la que más les guste.

En mi especialización en medicina alternativa, contamos con herramientas terapéuticas que permiten un enfoque integral para abordar la grasa visceral. Las terapias sistémicas, como la zoroterapia y la presoterapia, junto con las terapias láser, ofrecen un enfoque sistémico para el tratamiento.

En el ámbito de las terapias corporales, la terapia neural y la biopuntura pueden re polarizar las células y ofrecer un manejo orgánico con medicamentos naturales dirigidos a la patología metabólica que causa la acumulación de grasa. También utilizamos el método de electropolación, un dispositivo médico que permite la aplicación tópica de medicamentos sin necesidad de inyecciones u otros procedimientos invasivos en la piel.

Controlar y reducir la grasa visceral es esencial para mantener una buena salud a largo plazo. Siempre es recomendable buscar la orientación de un profesional de la salud para diseñar un plan de tratamiento personalizado que se adapte a tus necesidades individuales.

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